martes, 7 de diciembre de 2010

Catalogo de parafilias en Un pez llamado Wanda

Un pez llamado Wanda (Charles Crichton, 1988) es una comedia por la que no pasa el tiempo. Un reparto en estado de gracia, que combina británicos (John Cleese y Michael Palin) y estadounidenses (Kevin Kline y Jamie Lee Curtis, más payasa que nunca) y que hace chistes a su costa. Un guión superlativo, obra y gracia de John Cleese. Humor negro, escatológico, sexual... todo sin aditivos. Yo me sigo riendo a carcajadas. 


Uno de los múltiples momentos divertidos es la escena de sexo entre Otto (Kevin Kline) y Wanda (Jamie Lee). Otto es un animal sexual -el pobre es casi lo único que sabe hacer bien- y sabe desplegar un variado catálogo de parafilias que le ponen a cien: se excita con el olor de sus axilas, con las botas de Wanda y con su olor, con las medias... Pero al que le sacan más partido es al fetichismo por el italiano, que  cuando a Wanda le hablan en italiano...

lunes, 22 de noviembre de 2010

Azotes en La reina Kelly

La reina Kelly (1929) fue la última gran película de Erich von Stroheim, una superproducción que contó con la estrella más rutilante del cine de la época: Miss Gloria Swanson. Un dramón mayúsculo que es un clásico del cine mudo: Patricia Kelly es una jovencita seducida por un príncipe enamoradizo que parece haber olvidado que está prometido a la reina Regina V.


La escena es perversa (y gran parte de la película también): la reina Regina (Seena Owen) echa a Patricia Kelly (Gloria Swanson) del palacio, tras haberla descubierto en la cama con su prometido (Walter Byron). Impresionantes los azotes que propina. Pero lo más perverso de todo son las sonrisas de los guardias, ante la escena, que se relamen de gusto.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Atado en La jaula

La jaula (La Gabbia, Giuseppe Petroni-Griffi, 1985) es una coproducción italiano-española que tiene a Laura Antonelli, en la plenitud de su belleza, como protagonista. La historia es perversa y truculenta: Marie es una dama obsesionada con un hombre casado, al que rapta para disfrutarlo en exclusividad.


En la escena, el caballero raptado es Michael (Tony Musante), viril donde los haya. El pobrecillo cuando se despierta y ve el panorama, se pone la mar de feliz...

lunes, 15 de noviembre de 2010

Fetichismo y mucho más en Berlanga

Aunque ya hemos hablado de él, creo que es imprescindible recordarle. Le llamaban erotómano, que me parece una palabra horrorosa. A mi me gustaba su crítica ácida y su sanísimo cachondeo.

Tamaño natural (1974) fue su película fetichista por antonomasia, un título que impactó en su día y hoy se ve con cierta pereza porque las películas de tesis son así, tienen su momento y luego caducan.

Yo prefiero La escopeta nacional  (1987) , con el Marqués de Leguineche y su primorosa colección. Y esa escena que casi ni se ve, con Barbara Rey atada a la cama y Jose Luis López Vázquez haciendo de Amo castigador... memorable.

martes, 2 de noviembre de 2010

Una escena fetish en Sin City

La adaptación al cine de tres historias de la serie Sin City de Frank Miller fue realizada por Robert Rodríguez en 2005 (con colaboración del propio Frank Miler y el amiguete Tarantino). Fue una película muy celebrada,  que plasmó cada viñeta en un fotograma., lo que la hizo en ocasiones pesada y algo farragosa. Un reparto descomunal y momentos brutales la salvan y hacen que, por lo menos yo, estemos desendo la prometida segunda parte. 


Una de las escenas más conocidas es el baile de Nancy (Jessica Alba). Vestida de vaquera, cada noche monta un número erótico en un tugurio de la Ciudad del Pecado. Los parroquianos seguro que babean imaginando ser atrapados por el lazo. Y Nancy, allí arriba, siempre innacesible.

domingo, 17 de octubre de 2010

Juegos BDSM en Ken Park

Ken Park (Larry Clark & Ed Lachman, 2002) fue en su día una película de gran éxito en el circuito de cine independiente. Es una historia coral sobre chavales de un suburbio de Los Ángeles, esos suburbios tan antipáticos y desangelados de las pelis, que si existen de verdad, deben ser una especie de antesala del infierno.


Larry Clark, que se hizo famoso con Kids (1995) quiso repetir el escándalo son una vueltecita de tuerca más: en esta película los chavales hacen tríos, sufren mucho a costa de padrastros oligofrénicos, comparten su vida con familias anodinas... y hacen prácticas BDSM. Pero son tan feas... Si alguien está interesado en la autoasfixia erótica que no vea esta película, de verdad, que se le quitan las ganas.


En fin, el viejo truco de escandalizar al personal por la vía de lo cutre. Y a estas alturas, escandalizarse de esa forma no funciona, no.


Ken Park - Trailer
Cargado por Sophie64. - Todas las temporadas y episodios enteros online.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Un caballero en Atraco a las tres

Manuel Alexandre, un grande del cine, que estuvo en activo hasta casi el final, tiene que aparecer aquí sea como sea porque es un actor que siempre me gustó: tenía una endiablada forma de atraparte en pantalla, era un condenado robaescenas. 


Su papel en Atraco a las tres (Jose Mª Forqué, 1962) es antológico, lo cual era difícil porque el resto del reparto también era maravilloso. Como Benítez, uno de los oficinistas pringados,  borda el rol de caballero piropeador, siempre hecho un pincel (a pesar de la escasez de medios económicos), metemano y sobón. La química con Gracita Morales era perfecta. Y a pesar de su caradura, la ternura que siempre imprimía a sus personajes nos lo hace inolvidable.

jueves, 7 de octubre de 2010

Quintaesencia de mujer fetish en Batman returns

Ya hemos comentado aquí el personaje de Catwoman de Batman returns (Tim Burton, 1992). Michelle Pfeiffer enfundada en látex gatuno es la mejor (lástima que ya esté mayor para piruetas, porque el personaje merecía más oportunidades).


La escena de beso/lametón a Batman (Michael Keaton) es antológica. Por una vez vemos al Señor de la Noche convertido en un mequetrefe indefenso, en manos de la lasciva gata. Porque así son las cosas: el talón de aquiles de Batman es la Gata y en esta escena queda bien clarito.

domingo, 3 de octubre de 2010

Una Dominante venenosa en Batman & Robin

Batman & Robin (Joel Shumacher, 1997) es probablemente la película más petarda de todo el ciclo Batman. El Señor de la Noche (aquí, George Clooney!!!) había caído bajísimo, nada tenía ya de Oscuro y estaba degenerando en una caricatura de sí mismo (con traje marca-pezones incluido).  El resto de reparto -terrorífico error de casting- era igualmente ridículo y echaron a perder personajes con mucha miga como Mr Freeze  y sobre todo, Poison Ivy.


Pero como aquí no nos centramos en cine de qualité, es justo recordar alguna escena de Uma Thurman en plan Dominante. El pobrecillo Robin (Cris O'Donell, tan pardillo como siempre) está a punto de sucumbir a su encanto fatal. Porque hay que decir que Poison Ivy es literalmente ( y ferhormonalmente) irresistible: no hay muchas damas que tengan su trono en esa enorme y magnífica corola.

Poison Ivy seduciendo a Robin

martes, 28 de septiembre de 2010

Nace una Dominatrix en Crimen ferpecto

Crimen ferpecto (2004) es una de las comedias más negras de Alex de la Iglesia. El cuadro hiperrealista que traza de la gente guapa que puebla unos grandes almacenes, las mezquinas luchas de poder y el tono bizarro de muchas de sus escenas hacen de ella una película muy entretenida. 


En la escena, Lourdes (Mónica Cervera) consigue por fin llevarse a la cama a Rafael (Guillermo Toledo). Es el principio del triunfo de la fea: un poquito de chantaje por aquí, cara de pena por allá y al final, una ración de sexo salvaje. Rafael ha caído en manos de una fiera. El prepotente se convierte en esclavo.



viernes, 24 de septiembre de 2010

El Dominante (chungo) muestra su verdadera cara en El cabo del miedo

Si en la escena anterior, Max Cady ya ponía el pelo de punta con sus dedos escabrosos, en la siguiente muestra por fin su verdadera cara de bicho malo, sobre la incauta Lori (Ileanna Douglas).

Da rabia que el tipejo sádico utilice siempre, en las películas, juegos BDSM. Aquí emplea, dicho sea de paso con escasa imaginación, unas esposas. Lori se las promete felices, pero el final es espeluznante. Yo, en serio, no puedo verlo.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Dominante (chungo) ejerciendo de seductor en El cabo del miedo

El cabo del miedo (Martin Scorsese, 1991) es un buen remake de El cabo del terror de 1962. Si Robert Mitchum en ésta era un mal bicho, en la del 91 Robert De Niro no se quedaba ni mucho menos atrás. Ambas son películas que alcanzan excelentes grados de tensión: la venganza del sádico Max Cady (De Niro) hacia el abogado que le defendió mal y le llevó a la cárcel. Hacia el abogado y hacia la familia del abogado.

La siguiente escena siempre me dio muy mal rollo: Max Cady hace de perverso caballero ante Danielle (Juliette Lewis). El rollo metafísico que le suelta a la pobre chica es antológico, el típico rollo del Dominante chungo, con siniestras intenciones. No es una escena muy ejemplar y, por eso mismo, la traemos aquí.

lunes, 13 de septiembre de 2010

"Algunas mujeres tiene secretas fantasías" en Jade

Jade (William Friedkin, 1995) es lo que se denomina un thriller erótico, cosa que teniendo a Joe -Instinto Básico- Eszterhas como guionista, no es de extrañar. La película pasó sin pena ni gloria por las carteleras y pronto pasó a ser carne de peliculón de antena 3, pero de verdad que es entretenida y además, tiene el puntito BDSM que buscamos aquí.

La protagonista es Linda Fiorentino, una actriz olvidada pero que en su día daba mucho que hablar, por sensual, por femme fatale y por tener la voz ronca. Es una lástima, porque se salía del prototipo. Aquí hace de esposa rica y aburrida que lleva doble vida y claro, lo tipico, con sus amantes juega a juegos peligrosos. Hasta que aparece un fiambre.

El otro protagonista es David Caruso, que es el ayudante del fiscal y que, con esa carita de gili que tiene, es convenientemente merendado por la femme fatale. Sólo he encontrado el trailer de la peli, que creo puede dar una idea.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Simbología del Macho Alfa en King Kong

King Kong de Peter Jackson (2005) es un apabullante y a ratos muy excesivo remake del clásico de 1933. La historia es la misma -aunque alargada sin motivo- y hay más bichos y más brutalidad, las peleas, persecuciones y dentelladas parecen que no tienen final (ese T-Rex compitiendo contra Kong por la chica, bufff).

No obstante, esta película tiene de bueno que la relación entre el mono gigante y Ann Darrow (Naomi Watts) se erotiza mucho, mucho más que en la versión original. La rubia, atada y ofrecida al principio, comienza gritando, como es natural; pero según las partes van intimando, el mono deviene en un a ratos brutal, a ratos tierno compañero, una mezcla muy sugerente. Y los ojos de corderillo degollado de ella son cada vez más grandes.

Es la relación D/s con menos futuro del mundo, pero qué quieren, a mi me resulta terrible (y zoofílicamente) romántica.

miércoles, 30 de junio de 2010

Ensuciando el buen nombre de las Dóminas en Mr and Mrs Smith

La fama de Mr and Mrs Smith (Doug Liman, 2005) ya saben que es extracinematográfica; de no ser por el romance que se inició entre Brad Pitt y Angelina Jolie, la película hoy ni se recordaría.

La escena que se inserta es de esas que los guionistas ponen como sexy, graciosilla y contundente, pero en realidad denota la poquita creatividad que el siglo XXI está dando de si en Hollywood. Mrs Smith (Angelina Jolie) haciendo de Dominatrix, convenientemente enfundada en látex y toda la pesca; el pobre tipo babeante... El colmo de la originalidad.

jueves, 10 de junio de 2010

Entrega en El último tango en París

Hablar de El último tango en París (Bernardo Bertolucci, 1972) son palabras mayores y, por descontado, aquí no se ofrecerá ningun tipo de crítica -ni me atrevo ni es el cometido de este espacio-. Es una película que desborda su esencia de obra de arte y ha devenido en mito y, sobre todo, hay que postrarse ante él, poderoso Marlon Brando, que se come la pantalla y nos devora a nosotros de paso.


En la escena, María Schneider cruza el límite y se declara capaz de entregar a su amante todo lo que le pida:

- Voy a traer un cerdo para que te haga el amor y quiero que el cerdo te vomite en la cara y tú te tragues su vomitera. ¿Lo harás por mi?

- Si. Si.

Pero sabemos que ninguno de los dos se lo cree demasiado.

martes, 25 de mayo de 2010

Complaciendo al Señor en Deseo, peligro

Deseo, peligro (Lust, caution, Ang Lee, 2007) fue una de las primeras películas que se comentaron en este blog. La historia de pasión entre el Señor Yee (Tony Leung) y Wong Chia Chi (Tang Wei) tiene un fuerte componente de Dominación y sumisión desde el momento en que se entabla. Con estímulos especiales: ella es el enemigo y él no lo sabe.

La escena elegida es una de las más bellas de la película: Wong Chia Chi acude a una cita con su amante. El restaurante está lleno de japoneses beodos, los despreciables invasores. El Señor Yee aguarda en un reservado y ella le canta una canción. Él, un colaboracionista, un traidor a su país, es sin embargo, el hombre al que la joven ama y desea entregarse... Someterse voluntariamente al hombre que debes eliminar, por tu patria, debe ser terrible.

Escena del restaurante de Deseo, peligro.

jueves, 6 de mayo de 2010

Una sesión en La pasión de China Blue


Prometí encontrar la escena de sodomización de La pasión de China Blue. En ella, China Blue (Kathleen Turner más bizarre que nunca) se emplea a fondo con un cliente policía. Ken Russell traspasa todas las fronteras del delirio y mezcla dildos negros con La muerte de Ofelia. Violencia exasperante y China Blue desolada al final... ¿dónde está la diversión?

(El audio es nefasto)


sábado, 1 de mayo de 2010

Espectáculo sádico en Las manos de Orlac

Las manos de Orlac de 1935, dirigida por Karl Freund, es una de las adaptaciones al cine de la novela de terror de Maurice Renard sobre el pianista mutilado al que injertan las manos de un asesino, y el horror que conlleva. Asimismo, es una película sobre una obsesión amorosa que deviene en locura, obsesión magistralmente reflejada por el gran Peter Lorre.

La escena que nos interesa está al principio de la cinta. El Doctor Gogol (Peter Lorre) acude a una función teatral para ver a la mujer que ama en secreto. En el Theatre del Horreurs se representa una obra sobre torturas medievales y la actriz (Frances Drake) sufre el tormento de la rueda y el hierro... el público lo pasa bomba, el público pide dolor y crueldad. El Doctor Gogol, escondido tras un palco, se crispa de deseo. La actriz, tan dulce y virginal grita y los espectadores aplauden.
Véanlo a partir del minuto 4:49.

martes, 20 de abril de 2010

Novatos en Walk all over me

Encontré esta comedia por casualidad. Se llama Walk all over me (Robert Cuffley, 2007) y narra cómo una chica pueblerina emigra a la gran ciudad y se hace pasar por Dominatrix para sacarse un dinerillo. Para ello suplanta a la amiga que la acoge en casa y que es una reconocida profesional con cartera de clientes. Y, claro, se mete en líos. Aún no la vi pero promete.

La escena que encontré presenta a la protagonista, Alberta (Leelee Sobieski), con Paul (Jacob Tierney), su nuevo cliente. Los dos son tan novatos que la escena resulta una delicia.

domingo, 18 de abril de 2010

Un rapto en Como agua para chocolate

Como agua para chocolate (Alfonso Arau, 19929) fue un gran éxito de taquilla de la no menos triunfadora novela de Laura Esquivel, en gran parte debido su romántico argumento. La historia del amor imposible entre Tita y Pedro, rodeados de guisos y magia, hacen que sufran, se deseen y se escondan de la madre tirana.

La escena que he seleccionado presenta los efectos de las codornices en pétalos de rosas cocinadas por Tita (Lumi Cavazos). La hermana mediana, Gertrudis (Claudette Maillé), corre a ducharse y el aroma que desprende llega hasta las mismas narices del revolucionario Juan de la Garza (David Ostrosky), que anda pegando tiros a los federales.

Un rapto apasionado, bañado en realismo mágico, el contraste entre el revolucionario rudo y la joven desnuda y voluptuosa es tremendamente sensual, y da magnifico remate a una de las escenas más bellas de la película

martes, 13 de abril de 2010

Fantasías de tortura en Si te dicen que caí

La discutida adaptación de la novela de Juan Marsé, Si te dicen que caí (Vicente Aranda, 1989) intentó plasmar en imágenes la complicada historia de unos chavalillos de plena posguerra barcelonesa. La vida miserable de los niños intenta camuflarse en juegos y aventuras fantasiosas, que ellos llaman "aventis", muchas de tipo violento y sexual.

La escena presenta una de las "aventis": los chicos representan una escena de tortura a prisioneros por parte de soldados franquistas. A una de las chicas (María Botto) la atan a una Cruz de San Andrés y la someten a dolores ficticios variados. Es una burda y cómica representación dirigida por Dani (Jorge Sanz) que les sirve para superar el dolor y la crueldad del tiempo en el que viven.

Una curiosidad: la película cuenta con una de las escasas escenas de "lluvia dorada" del cine español, entre Jorge Sanz y Victoria Abril.




sábado, 10 de abril de 2010

Placer sádico en Matador

En Matador (Pedro Almodóvar, 1982), el cineasta desarrolla por primera vez el tema de la pasión amorosa arrebatada y destructiva presentando la historia de los amantes que se encuentran gracias a que comparten los mismo instintos asesinos ... y suicidas.

La escena que da inicio a la película presenta al torero retirado Diego Montes (Nacho Martínez) masturbándose mientras ve cine giallo. Las cintas macabras de Dario Argento y Mario Bava son aquí la puerta de entrada del espectador a la tremenda realidad del torero: sólo se excita ante la muerte. Un planteamiento no muy original, pero con el encanto kitsch de las primeras obras de Almodóvar.

La escena del principio muestra a un sádico atormentado que no encuentra la paz. Sólo al final de la película, un final arrebatado -que homenajea a El imperio de los sentidos- si podemos, quizás, encontrar el toque S/M de la cinta, e incluso, la entrega apasionada y brutal de los dos amantes (-Te quiero más que a mi misma muerta. ¿Te gustaría verme muerta?. -Si, y que tu me vieras a mi.)

viernes, 9 de abril de 2010

Fetichismo en Diario de una camarera

En Diario de una camarera (1964), Luis Buñuel, adaptando a Octave Mirbeu, lleva al cine uno de sus temas predilectos: las mezquindades y perversiones disimuladas de la burguesía. La nueva doncella de la familia Monteil es el testigo y nuestro guía en la historia; con ella descubriremos las represiones sexuales y la decadencia moral de la clase alta de la época.

La escena presenta a la doncella Celestine (Jeanne Moreau) atendiendo a los requerimientos del abuelo de la familia, el Sr. Rabour (Jean Ozenne) : un fetichista de las botas femeninas. La escena es, asimismo, una muestra del papel de Celestine en toda la película: objetiva, observadora e independiente. Cumple su trabajo sin implicarse emocionalmente y nunca sabemos cual es su postura real ante lo que le rodea.

La película es una muestra del buen hacer de Luis Buñuel como cineasta. Su humor negro, el surrealismo, la crueldad sin sentido, la crítica a la jerarquía católica y al fascismo... son elementos presentes en su filmografía y en esta cinta. Y, en el aspecto que nos trae, fetichismo (no sólo de botas femeninas, también el juego que dan los uniformes de la servidumbre) y otros comportamientos sexuales que se presentan de manera reprimida y, por tanto, insana.

(El vídeo no tiene sonido real, sino que le acompaña un tema de Edith Piaf. Lo lamento, pero es el único que encontré)

lunes, 5 de abril de 2010

Falsa relación D/s en Bámbola

La película Bámbola (Bigas Luna, 1996) quiso ser un homenaje al cine erótico italiano por parte de su director. Para ello apeló a un guión que pretendidamente exudaba sexo, a una actriz recauchutada y tetona llamada Valeria Marini y al cubano Jorge Perugorría en un rol de macarra mediterráneo rebosante de testosterona.

La escena es un quiero y no puedo -y resulta bastante patética-: Furio le monta una escena de celos a Bámbola, le ordena que se arrodille y acaba obligándola a chupársela, pistola mediante. Lo tremendo del caso es que nos vendieron la peli como una historia de pasión sumisa y se supone que Bámbola está encantada con la brutalidad -no consensuada- de su macho. Que no se ve en la escena, pero quienes hayan visto la peli, sabrán que gran parte del metraje está conformada por muchas y muy variadas escenas de sexo supuestamente salvaje.

En fin, la película es una sucesíon de estereotipos y jadeos que no llevan a nada y el motivo de que aparezca aquí es que también el mal cine de temática D/s tiene su lugar.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Esclavo en Stico

Stico (Jaime de Armiñán, 1985) es una comedia negra y surrealista, protagonizada por dos grandes actores de nuestro cine: Fernando Fernán Gómez y Agustín González. Plantea una premisa aparentemente insólita: un maduro profesor, harto de tener problemas económicos, se ofrece como esclavo a un ex-alumno, a cambio de techo y comida.

La escena muestra la llegada de Stico (Fernán Gómez) a casa de su antiguo alumno Y cómo, con toda la naturalidad del mundo, se presenta como esclavo. El planteamiento de la esclavitud como medio de vida ante situaciones de crisis es, como verán, contundente. Y, aún siendo de los años ochenta -y del estúpidamente denostado cine español por el gafapastismo imperante- la premisa que nos muestra se presenta extrañamente perversa y desgraciadamente creíble.


lunes, 29 de marzo de 2010

Azotes y ponygirls en El extraño caso del Dr Jekyll

El extraño caso del Dr. Jekyll (1941) es una de las adaptaciones de la historia de Jekyll y Hyde, llevada en este caso al cine por Victor Fleming. No es una película muy conocida y se aleja bastante de los aspectos siniestros de la historia, para centrarse en el melodrama, pero cuenta con tres protagonistas míticos.

La escena corresponde al momento en que el Dr. Jekyll (Spencer Tracy) toma por primera vez el brebaje que lo transfoma en Mr. Hyde. Su brutal sexualidad aflora entonces y tiene una alucinación extraordinaria: corre veloz, la mujeres que desea (Ingrid Bergman y Lana Turner) le llevan, él las azota y ellas galopan con desesperación... Una curiosa interpretación de lo que ocurre cuando se deja la líbido sin freno: sale el sádico que el respetable Jekyll lleva dentro.


lunes, 22 de marzo de 2010

Mis Dominantes favoritos: Sam Spade en El halcon maltés

El gran John Huston llevó al cine la novela de Dashiel Hammett El halcón maltés en 1941, con el mejor Sam Spade de todos los tiempos, claro: Humphrey Bogart. La intriga sobre una estatuilla de halcón desaparecida, de oro macizo y valor incalculable, es el pretexto para actuaciones soberbias y diálogos inolvidables.

Atención: el párrafo siguiente y la escena contienen spoilers!!!!!!

Sam Spade en la piel de Bogart es el perfecto antihéroe, de cigarrillo, gabardina y ojos turbios. Pero también posee la cualidad de controlar sus emociones. Es capaz de perder al amor de su vida por los principios del bien y la lealtad. La escena final es pura poesía del Dominante: la pobre Mrs O´Shaugnessy (Mary Astor) no puede reaccionar. Spade lleva las riendas, su honestidad se antepone al deseo y no mueve ni un músculo ante el adios desvalido de la dama.

jueves, 18 de marzo de 2010

Recio Dominante en Cuando ruge la marabunta

La película de aventuras Cuando ruge la marabunta (The naked jungle, Byron Haskin, 1954) fue un clásico de la sesión de tarde de los sábados ochenteros. Yo tuve muchas pesadillas con las hormigas aquellas, pero siempre dulcificadas por el sin par ejemplar masculino que era Charlton Heston. Debo admitir que esta película me marcó, muy mucho.

La aventura de las hormigas devoradoras es sólo el pretexto para recrear una tórrida historia de amor. Joanna (Eleanor Parker) es la nueva esposa de Cristopher, un rudo terrateniente, dueño de una plantación en América de Sur. La dama ha sido desposada por poderes, y en la escena siguiente, acaba de conocer a su marido. No me negarán que no es trama suculenta: matrimonio de desconocidos, él nunca ha conocido mujer, ella es viuda, la jungla caliente y la marabunta que lo arrasa todo...

En la escena, Joanna se enfrenta por primera vez a su nuevo esposo: él no la quiere allí, por el peligro que existe, y la coge en brazos para volverla a meter en la barca. Ella, con elevadas dosis de elegancia, se resiste. Dominante que sucumbe, mujer no tan sumisa como aparenta: relación muy prometedora.

martes, 16 de marzo de 2010

Azotes en Historias extraordinarias

La película Historias extraordinarias (1968) es una adaptación de tres relatos de Edgar Allan Poe, de la mano de tres directores muy diferentes: Federico Fellini, Roger Vadim y Louis Malle. De éste último es la escena que nos interesa, en la adaptación del relato William Wilson.

William Wilson (Alain Delon) juega una partida de cartas con Giuseppina (Brigitte Bardot). Como verán, perder en el juego tiene consecuencias muy dolorosas, pero qué bien se desenvuelve la dama y qué respetablemente soporta el dolor. A mi me resulta admirable. Y su espalda blanca y deliciosa, la frialdad del caballero (qué rematadamente atractivo era Alain Delon) y la mirada lasciva de los esbirros... la escena queda redonda.

jueves, 11 de marzo de 2010

Mujer sumisa en Carta de una desconocida

La bellísima Carta de una desconocida (Max Ophüls, 1948) es un clásico entre los dramas románticos. La película adapta la novela de Stephan Zweig y está considerada una obra maestra, llena de pasión y sensibilidad, que no ñoñería.

La adolescente Lisa (Joan Fontaine) conoce a su nuevo vecino, el pianista Stefan (Louis Jourdan) y se enamora al instante de él. Desde ese momento vivirá para complacerle y agradarle, esa será su mayor felicidad. Incluso no le importará ser apartada de su lado, ante el éxito del pianista. Sumisión pura y dura... aunque la parte teóricamente dominante ni siquiera se de cuenta. Es una historia triste de un amor desgraciado y no correspondido.

La escena que inserto corresponde al inicio de la película y merece la pena verla entera:justo al final, Lisa logra ver la cara de su nuevo vecino. Él se dispone a salir a la calle y ella, de manera espontánea le abre la puerta, como un primer acto de sumisión.

jueves, 11 de febrero de 2010

Interrogatorio en Blade runner

La mítica Blade runner (Ridley Scott, 1982) -y la novela que adapta de Philip K. Dick- presenta al género de los replicantes Nexus 6 como un modelo de androides tan logrados que diferenciarlos de los humanos es casi imposible. Rachel (Sean Young) es, como se descubre tras el interrogatorio al que es sometida, un nuevo modelo de Nexus 6 en fase experimental.

En la escena, Rachel es sometida al Test Voight-Kampff por Deckard (Harrisond Ford): se trata de un test de empatía con el que es posible identificar a un replicante, dado que ellos no poseen desarrollada esta cualidad tan humana. No es una trama D/s lógicamente, pero contiene elementos que, a mi modo de ver, sí son propios de la escena Dominante/sumisa .

Así, la replicante, tratada como un experimento, es cosificada aún siendo tan perfecta que llega a ser casi humana (y ya al final comprobaremos cuánto de humanos tienen los Nexus 6 con las "lágrimas en la lluvia" de Roy). El interrogatorio en si es un juego D/s y esa forma fría e inquisitorial de plantearlo es estimulante. E incluso, rizando el rizo, las maneras elegantes de Rachel, su uniforme de secretaria, su educada petición de permiso para fumar...

lunes, 1 de febrero de 2010

Dominante en La pasión de China Blue

La pasión de China Blue (Ken Russell, 1984) es una película bizarra y sin complejos que tiene detractores y admiradores a partes iguales. No es cine de calidad, ni cine para sensibilidades delicadas, es cine pasadísimo de vueltas que puede hacer pasar un buen rato -u odiarlo eternamente. Narra la doble vida de una señora convencional que por las noches vive sus fantasías de sexo morboso haciendo de prostituta. Como ven, un argumento ya visto, pero el toque desquiciado de Ken Russell es lo que importa.

En la escena, el reverendo (Anthony Perkins) se autocastiga contemplando un peep-show y luego clama sobre el Apocalipsis. Así se encuentra, de nuevo, con China Blue (Kathleen Turner). El breve diálogo que mantienen es genial:

Reverendo: ¿No me reconoces, hija?
China Blue: Lo siento, nunca olvido una cara y menos si me he sentado sobre ella.

lunes, 25 de enero de 2010

Compra de una esclava en Espartaco

En Espartaco (Stanley Kubrick, 1960), el papel femenino protagonista lo tiene Jean Simmons, recientemente fallecida. Ella dota a la esclava Varinia de elegancia, delicadeza y dignidad y sabiendo lo escrupuloso que era Kubrick a la hora de elegir reparto, sin duda Jean Simmons fue la mejor elección para el personaje.

En el vídeo, Varinia aparece hacia el minuto 2:15. Su aparición deslumbra a Craso (Laurence Olivier), le despierta esa lascivia innata de los patricios malvados de las pelis de romanos. No hubo un patricio tan lascivo y mefistofélico como el Laurence Olivier de Espartaco. Estando podrido de dinero, como su nombre indica, efectúa una rápida compra de la esclava. Dos mil sextercios pagados a tocateja a Batiato (Peter Ustinov), el pelotilla dueño de la escuela de gladiadores.

Apabullante también la escena del inicio del vídeo: las dos damas patricias, tan zorronas ellas (Nina Foch, la rubia, es tremenda), eligen gladiadores para un ratito de diversión. Y exigen taparrabos.

lunes, 18 de enero de 2010

Amo que se reafirma en Acción mutante

La magnífica Acción mutante (Alex de la Iglesia, 1993) es una película desquiciada y frenopática, llena de frescura y obra de culto pero vamos, de culto obligado (aunque sea odiosa para muchos). Ambientada en el año 2012 (glups), presenta a un grupo de mutantes que secuestran a la rica heredera de un industrial como forma de vengarse del pijerío y la perfección física, que no moral.

En la larga secuencia que inserto, Ramón Yarritu (Antonio Resines) se descubre como traidor, iniciando así el camino hacia el desastre. Pero antes, en el minuto 7:40, realiza una auténtica reafirmación como líder y Dominante, casi perfecto controlador de la desesperada situación. Es el PUTO AMO, señores.

Memorable la sádica mordaza de grapas que lleva Patricia Orujo (Fréderique Feder). Y más memorable aún el momento de quitárselas (gñññ).

viernes, 15 de enero de 2010

Juego sádico en Gangs of New York

La infravalorada Gangs of New York (Martin Scorsese, 2002) es una monumental película sobre los inicios de la ciudad, una de esas pelis épicas que sólo un tipo tan genial como Scorsese se atreve a hacer hoy en día. Una buena película histórica, exhuberante, dramáticamente violenta. Sólo el principio, ese relato brutal de la Batalla de Five Points, ya hace Historia del Cine.

Daniel Day-Lewis creó a Bill el Carnicero, un líder nato en tiempos salvajes. En la siguiente escena juega fuerte: celoso como está de los amoríos de Jenny (Cameron Díaz) con Amsterdam (Leonardo Di Caprio), reta a ésta a la típica exhibición de cuchillos del circo. Antes lo hacían con frecuencia, y Bill es un experto en el manejo de cuchillos, como buen carnicero. Pero hoy él tiene ganas de dar miedo, tiene ganas de hacer sufrir.

martes, 12 de enero de 2010

Fetichismo en La rodilla de Clara

La rodilla de Clara (1970) puede ser un pequeño homenaje a Éric Rohmer, fallecido ayer, en este espacio. Sus numerosas películas plantean una forma de hacer cine pausada y reflexiva, poco acorde con el cine de blockbuster actual, pero que no se convierte en pedante (yo soy poco admiradora de los cineastas pausados y reflexivos por su tendencia a la pedanteria... pero Éric Rohmer es excepción).

Aquí, sin apenas acción, con una cuidada composición fotográfica y personajes que hablan, hablan y hablan, se desentrañan los juegos erótico-amorosos entre varias parejas, se observa, se seduce, se experimenta y se analiza. Y en el centro de la historia, la fijación obsesiva de Jêrome (Jean-Claude Brialy), un treinteañero a punto de casarse, por Clara y sus rodillas (Laurence de Monaghan)

lunes, 11 de enero de 2010

Auténtica disciplina inglesa en Lady Jane

Ahora que estoy enganchada a la serie Los Tudor he recordado la triste historia de Lady Jane Grey, que ha sido llevada al cine en varias ocasiones. Aqui nos interesa la versión de Trevor Nunn de 1986 con Helena Bonham Carter jovencita y tal como era al natural, antes de volverse la gótica esposa de Tim Burton.

La escena que sigue presenta el cruel castigo recibido por Lady Jane ante su negativa a contraer matrimonio con el joven hijo del Duque de Northumberland. La pobrecilla fue víctima de las intrigas de la corte ante la sucesión al trono de Enrique VIII y aquí ya prueba lo duro que es ser aristócrata y buena hija. Como verán, a su madre, la Duquesa de Suffolk (Sara Kestelman) no le tiembla la mano imponiendo disciplina y obediencia.

sábado, 9 de enero de 2010

Cita a ciegas en Melodía de seducción

Melodía de seducción (Sea of love, Harold Becker, 1989) es una buena película de policías con intriga erótica -anterior a Instinto básico- y con tres magníficos actores: Al Pacino, Ellen Barkin y John Goodman. Narra la investigación de un asesino ¿o asesina? en serie que aparentemente se cita con sus víctimas mediante una página de contactos. Ya saben, la variante chunga de la cita a ciegas erótico-festiva: quedar con el/la psicópata de turno.

La escena que interesa a esta entrada se encuentra en el minuto 2:28. Frank se cita con Helen en el supermercado. Ya se conocen y Frank, que es el poli, la tiene a ella en su lista de piradas sospechosas. Han quedado en el super como juego y crean, de esta manera, una de las escenas más torridas (y desconocidas) del cine de los ochenta.