viernes, 30 de noviembre de 2012

Pies y exhibicionismo en Huevos de oro

Huevos de oro (Bigas Luna, 1993) es el himno a lo hortero de un director capaz de sublimar la caspa española. Una historia con potencial que llega a cansar: todo es demasiado grotesco, demasiado desmesurado y llega un momento en que no sabes si detestas más al personaje de Benito por miserable o al propio Javier Bardem por histriónico.

El sexo y la comida, que suele ser la combinación erótica propuesta en las pelis de Bigas Luna, son los protagonistas de la siguiente escena. Maribel Verdú se marca un baile y juega con la comida en un chiringuito de playa. Como ya digo, cutre y sublime al mismo tiempo. 



domingo, 25 de noviembre de 2012

Sumiso en El hombre que se quiso matar

El hombre que se quiso matar (Rafael Gil, 1970) contiene una de las mejores interpretaciones de Tony Leblanc, aquí protagonista absoluto de la historia: un tipo que se quiere suicidar y nunca lo consigue, situaciones llenas de ese humor surrealista tan de los años 70.

Como verán la escena la meto en el blog un poco forzada, porque de BDSM no tiene nada pero quería hacerle un pequeño homenaje a Tony Leblanc, porque sus películas siempre me hicieron reír, porque el cine español y de risa está muy desprestigiado y me parece muy mal dado que hacer reír es para mi una de las tareas más nobles que pueden hacerse. Porque era un buen actor y trabajó con grandes y buenos actores -aquí con el estupendo José Orjas-. 

Tony Leblanc bordaba los papeles de tío listo y de tío tonto -pero no tan tonto- y también, como se puede comprobar en El hombre que se quiso matar, logró hacer un fantástico personaje sumiso, humillado y servil, que viene a ser una genial crítica de la sociedad de la época. Incluso de esta época.


sábado, 17 de noviembre de 2012

Damisela en apuros en El cisne negro

El cisne negro (Henry King, 1942) es un emocionante peliculón de piratas, de esos que cuando de peque los veías un sábado por la tarde, te marcaban a fuego para siempre. Dos protagonistas estupendos, Tyrone Power y Maureen O´Hara, luchas a espada con esas increíbles coreografías que parecen tan sencillas, Jamaica y el pirata Morgan, piratas sedientos de tesoros y ron... no hay quien de más.

En la escena, el capitán Jamie conoce, de forma un tanto accidentada, a la hermosa Lady Margaret. Como es habitual entre piratas, la doblega a base de fuerza bruta y besos un poco soeces. Y luego, se la echa al hombro como un fardo cualquiera. A mi es que escenas así me enamoraban.


martes, 13 de noviembre de 2012

Orgía en Salomón y la reina de Saba

Salomón y la reina de Saba (King Vidor, 1959) es un digno drama bíblico de menor entidad que otros de la misma época como Sinhué o Ben Hur, pero que para mi cuenta con dos poderosas razones para verlo: sus dos protagonistas, dos extraordinarios mitos eróticos de los 50. 

Yul Brynner y Gina Lollobrigida hablaban con la mirada y con el cuerpo, dos animales en pantalla como los que ya no hay. Disfrútenlos si les apetece en esta escena: la reina danzando entre sus acólitos, Salomón -hasta ahora, un rey prudente- dejándose llevar. Una orgía que, para la época, es muy morbosa. Y quédense a la mitad, porque viene un Aguafiestas y lo estropea todo.


sábado, 10 de noviembre de 2012

Violación consentida en Érase una vez en América

Érase una vez en América (1984) está considerada como la mejor película de Sergio Leone, cosa que jamás discutiré aunque tenga yo debilidad por Hasta que llegó su hora. Película cumbre del cine de gánsters, montada como epopeya de la mafia en Nueva York, con un reparto excelente y Ennio Morricone, como debe ser, al mando de la banda sonora... es una cinta imprescindible.

En la escena, la banda de Noodles (Robert De Niro) y Max (James Woods) asalta a unos joyeros judíos. La secretaria (Tuesday Weld), en connivencia con los atracadores, no resiste ponerse cachonda ante la muestra de brutalidad y provoca a Noodles para que le pegue y la viole. Los gemidos de la chica son casi lo más gozoso de la escena.

(Gracias a Marlowe que me ha sugerido una escena que tenía olvidada y que he vuelto a disfrutar: la damisela violentamente forzada es una de mis pasiones fetichistas)