jueves, 28 de mayo de 2009

Sesión (fotográfica) masoquista en Laberinto de pasiones

La segunda película de Pedro Almodóvar, Laberinto de pasiones (1982) es una historia coral con el Madrid de la "movida" como telón de fondo. Muy infravalorada, la película es fresca, divertida y absolutamente incorrecta. Y en los tiempos que corren, ver películas "incorrectas" es todo un lujo.

En la escena, Fabio McNamara sufre el ataque de un sádico asesino, armado con un taladro. Es sólo una sesión de fotos y la sangre es de mentira pero da gusto verle retorcerse, gemir y gozar.

martes, 26 de mayo de 2009

Metamorfosis final en Grease

Ya perdí la cuenta de las veces que vi Grease (Randal Kleiser, 1978) , uno de los grandes musicales de los 70, lleno de canciones pegadizas. Las aventuras de Danny (John Travolta) y Sandy (Olivia Newton-John) y las pandillas respectivas, sus líos amorosos, las rivalidades y celos, son un derroche de vitalidad y alegría.

La lectura en clave D/s del final de la película no tiene desperdicio. La pavisosa Sandy, tan virginal y cándida, se transmuta en Dómina. Vestida de negro, pantalón de cuero y taconazos, deja de cantar canciones melosas y desafía a Danny con el You´re the one that I want. Nuevo ritmo, nueva actitud; Danny, que ya la quería, la seguirá ahora como un corderito manso y lleno de fe.

viernes, 22 de mayo de 2009

Alegoría del mal Dominante: Dentro del laberinto

Dentro del laberinto (Jim Henson, 1986) es una maravillosa película que ha marcado a toda una generación. Los que la vimos en su día, en pantalla grande, quedamos tocados para siempre. Sarah, su hermanito raptado por los goblins, el ambiguo rey Jareth ...

La escena pertenece al final de la película. Jareth (David Bowie) es el Amo y Señor del mundo al revés, del mundo donde los deseos, que a veces no son tan acertados, pueden ser realidad. Sarah (Jennifer Connelly) entiende por fin que ha estado a punto de ser esclava de esos deseos. Descubre el poder de su voluntad y madura. Jareth juega sus últimas cartas, se está hundiendo: Sólo témeme, ámame, haz lo que te digo y seré tu esclavo. Pero ha jugado mal y ella ya vuela por su cuenta.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Hombre objeto en El nombre de la rosa

La adaptación de la conocida novela de Umberto Eco fue dirigida por Jean-Jacques Annaud (1986) y es una magnífica recreación del mundo monástico de la Europa del XIV. Asimismo, narra una historia de intriga detectivesca y ha dado al cine un personaje de enorme carisma: Fray Guillermo de Baskerville en la piel de Sean Connery.

La escena es una especie de oasis entre las paredes del monasterio, donde han ocurrido macabros acontecimientos. El joven novicio Adso de Melk (Christian Slater) se encuentra con una muchacha (Valentina Vargas) en las cocinas del monasterio. No se conocen, ella ha entrado a buscar comida porque es pobre y él ha hecho lo mismo porque es un jovenzuelo en edad de crecer.

Un encuentro clandestino en el que él descubre los placeres del cuerpo. Un jovenzuelo en edad de descubrir: asistimos a una silenciosa escena en la que Adso es utilizado por la muchacha, manoseado y revolcado. Un jovencísimo hombre objeto que celebra por primera -y única - vez la reverencia al cuerpo femenino. Tan temible como un ejército dispuesto para el combate.

lunes, 18 de mayo de 2009

Una escena de Ha nacido una estrella

La maravillosa película de George Cukor (1954) es una triste historia de descubrimiento, auge y caída. Una historia que tiene tres versiones, ésta quizás la más celebrada y bella. Un actor famoso descubre las dotes de cantante y actriz de una joven humilde. Se enamoran , se casan, ella triunfa y él empieza a caer en el olvido.

En la escena, aún son felices. Norman Maine (James Mason) llega a casa, suena la radio. Esther, luego la famosa Vicki Lester (Judy Garland) le recibe. Intercambian palabras cariñosas y ella le canta la canción que iba a sonar por la radio. Le canta arrodillada a sus pies. Él llega cansado, ella le serena. La escena es dulce y está llena de amor. Arrodillarse a los pies del hombre amado y cantarle una canción se muestra como el acto más natural y sencillo del mundo.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Apología fetish en The Rocky Horror Picture Show

Musical y película de culto, arropada por miles de fans que adoramos sus canciones y su derroche de libertinaje, desinhibición y locura. The Rocky Horror Picture Show (Jim Sharman, 1975) cuenta la llegada de una pareja de jovenzuelos bobos a la mansión del Doctor Frank-N-Further (Tim Curry), que acaba de crear a la criatura perfecta. Revisión del mito de Frankestein, irreverente, disparatada, absurda, llena de inteligencia y humor.

En la escena, el Doctor proclama feliz, su identidad sexual. I´m just a sweet travestite. FromTransexual, Transilvania. Adorado por sus acólitos, reposando en un trono, desafía al público a compartir y gozar del placer carnal, la falta de prejuicios, la diversión de sexo -cuanto más bizarro, mejor- y la absoluta falta de moderación.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Modelar a la mujer sumisa en My Fair Lady

My Fair Lady (George Cukor, 1964) es un maravilloso musical que adapta libremente el mito de Pigmalion. Un mito muy significativo para los que vivimos la D/s. Aquí, Pigmalion es el excéntrico profesor Higgins (Rex Harrison), un linguista convencido de las diferencias de clase y del valor de una buena dicción; y Galatea es Eliza Doolittle (Audrey Hepburn), una florista de clase baja e infame acento cockney.

Eliza es el resultado de una apuesta. Pero también es la mujer que un hombre sabio modela, el resultado de un proceso minucioso de limpieza y pulido. En la escena, Eliza baja las escaleras preparada para el baile de la Embajada. De ella han desaparecido los modales ordinarios y ahora es una princesa. Sabe esperar, sabe bajar la mirada, sabe comportarse con exquisitez. Y Él la mira con orgullo.

lunes, 4 de mayo de 2009

Algunas escenas de La puta del rey

La puta del rey (Axel Corti, 1992) es una película de época, con cuidada ambientación y reparto de buenos actores, aunque no muy conocidos. Ambientada en el siglo XVIII, narra cómo el rey de Sicilia y Cerdeña (Timothy Dalton) se encapricha de la esposa de su chambelán.

En las escenas, Jeanne (Valeria Golino) conoce al Rey y logra atraer su atención. Es el punto de partida para una peculiar relación de cesión: el marido de Jeanne, el Conde de Verua (Stephane Freiss), a cambio de ascender a embajador, cede a la mujer al monarca, para que sea su puta. Un planteamiento crudo para una película que, en su desarrollo, plantea una historia romántica de amores imposibles.