miércoles, 30 de septiembre de 2009

Amor/sumisión verdaderos en La princesa prometida

El maravilloso cuento de hadas que es La princesa prometida (Rob Reiner, 1987) narra el amor verdadero entre Buttercup y Westley y cómo habrán de sortear incontables obstáculos (piratas, asesinos, pantanos, príncipes llenos de maldad) para que su amor llegue a un final feliz. No es, como sabrán, una película babosa sino que está llena de humor, diálogos antológicos y personajes "inconcebibles".

La escena corresponde al principio. El abuelo (Peter Falk) cuenta al nieto enfermito el principio de la historia. Buttercup (Robin Wright) tiene a Westley (Cary Elwes) como criado y le da órdenes sin parar. Él las acata siempre con una sonrisa. Hasta que..."aquel día descubrió que cuando él decía Cómo desees en realidad significaba Te amo."

La sumisión verdadera y feliz desemboca en el amor verdadero. ¿No es realmente romántico?

lunes, 28 de septiembre de 2009

Coreografía con toques de Dominación en Cantando bajo la lluvia

Incluso en películas tan blancas como Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen, 1952) se pueden encontrar toques D/s verdaderamente deliciosos (eso, o que estoy obsesionada y veo donde no hay, y si ese es el caso, espero sean benévolos conmigo). La historia es conocida: un título grandioso de la época dorada del musical, una historia de cine dentro del cine, que cuenta el final de las películas mudas, coreografías magistrales de Gene Kelly y la sensación de que podrías estar viendo esa peli por los siglos de los siglos y nunca te cansarías de ella.

La escena es un sueño de Don (Gene Kelly). Baila en solitario hasta que se topa con un zapato, un pie, una fabulosa pierna que acaba en el tremendo cuerpo de la Bailarina (Cyd Charisse).Él atrapa su sombrero del pie de ella y ella comienza a dirigir los pasos de baile. Se desarrolla entonces una danza de poder entre ambos: ella le guía, luego le guía él, es una coreografía maravillosa y llena de simbolismo.

martes, 22 de septiembre de 2009

Esposa sumisa en Marnie la ladrona

En Marnie la ladrona (Alfred Hitchcock, 1964) se desarrolla una compleja trama de frustraciones sexuales y problemas de autoestima de esos que tanto gustaban al Maestro Hitchcock. Marnie (Tippi Hedren) va de un lado a otro cambiando de identidad; en cada trabajo que ocupa seduce a su jefe para luego robarle... hasta que es descubierta por Mark (Sean Connery).

En la escena, Mark y Marnie están de luna de miel. Ella ya sabemos que es frígida perdida -por múltiples traumas de su infancia- y él, que es absolutamente malvado, no está dispuesto a quedarse con la miel en los labios. Un gesto brusco que la desnuda, disculpas a continuación... a ver si no es tan malo como aparentaba. Pues no, la mirada sádica de Mark, que se acerca a su esposa inexpresiva, nos dice todo acerca de sus aviesas intenciones.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Seducción del Macho, en Dirty Dancing

La película musical Dirty Dancing (Emile Ardolino, 1987) es un hito de los ochenta. Con una argumento simple hasta decir basta y diálogos de lo más tontorrón, está sin embargo, para mi, llena de encanto. Realizada en tiempos malos para el musical, esta película contiene memorables escenas de baile, un repertorio maravilloso de canciones de los 50 y qué demonios, a muchos nos ha dejado imágenes imborrables. Un hito, vaya.

La escena, casi del principio, presenta a la jovencita Baby (Jennifer Grey) naciendo para la vida y el pecado. En la zona de los trabajadores del lujoso hotel donde se aloja hay fiesta, bailes sudorosos, huele a sexo. Baby es un inocente corderillo hasta que llega Él, Johhny (Patrick Swayze), y comienza a bailar. Es el Amo, el Dios del baile.

(Sirva este post como homenaje al bendito Patrick Swayze)

martes, 15 de septiembre de 2009

Una escena de El sentido de la vida

El sentido de la vida (Terry Jones y Terry Gillian, 1983) es una de las estupendas películas de los Monthy Python, llena de humor irreverente y bueno para la salud. Con un montaje a base de sketches, la película aborda preguntas de enjundia del tipo Quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos, aliñadas con temas musicales y las memorables interpretaciones a varias bandas de los Monthy Python.

El sketch del matrimonio protestante presenta al marido típicamente Dominante (Michael Palin) de la Inglaterra victoriana y a su aborregadilla esposa (Eric Idle). Él es el patriarca seguro de si mismo y ella, pobre, no sabe de la misa la mitad. Pero una lucecilla se enciende en su alma cuando el esposo mandón enumera las virtudes de los preservativos "que hacen cosquillas, que rascan, que muerden..." Qué gran masoquista ha perdido el mundo.

martes, 8 de septiembre de 2009

Una escena de Todo es mentira

Todo es mentira (Álvaro Fernández Armero, 1994) es una estupenda comedia sobre relaciones de pareja, que tiene una fiel legión de admiradores. Narra los difíciles comienzos de la relación amorosa entre Pablo (Coque Malla) y Lucía (Penélope Cruz) y a la vez, las también complicadas relaciones de pareja de sus amigos.

En la siguiente escena, Lucía y Pablo desayunan con toda la naturalidad del mundo. Es la escena más vainilla del mundo entre dos enamorados que están aprendiendo a convivir y que se encuentran con jodidos inconvenientes que lo estropean todo. Lucía es una gran manipuladora y tiende a dominar la relación de manera sibilina. Pablo es de genio vivo, pero también capaz de ceder territorio por amor. La lectura D/s de la escena creo que puede ser viable: Lucía mordiendo la manzana y suspirando por zumo de naranja y silencio. Pablo refunfuñando, pero obedeciendo los deseos de su amada.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Fetichismo en Crash

Me refiero a Crash de 1996, dirigida por David Cronenberg -director que tenemos abonado a este blog-. Con nuestro morbosete preferido -y también abonado- James Spader. Se trata de una adaptación de la extraña novela de James G. Ballard sobre gente fascinada por los accidentes de coches y las heridas, traumatismos y cicatrices que éstos producen. No sólo fascinada. Gente a la que erotiza el olor a quemado, el dolor y los hierros retorcidos sobre la carne.

En la escena, James (James Spader) y Gabrielle (Rosanna Arquette) se calientan mientras prueban un lujoso descapotable. Ella, con su cuerpo roto, juega a seducir a dos bandas. El pobre vendedor no da crédito y quizás tampoco muchos espectadores. La película cuenta con la misma cantidad de detractores como de fans, por su frialdad y la terrible descripción de los comportamientos que hace: mezclar sexo con accidentes de tráfico es un ejercicio perverso.