martes, 25 de mayo de 2010

Complaciendo al Señor en Deseo, peligro

Deseo, peligro (Lust, caution, Ang Lee, 2007) fue una de las primeras películas que se comentaron en este blog. La historia de pasión entre el Señor Yee (Tony Leung) y Wong Chia Chi (Tang Wei) tiene un fuerte componente de Dominación y sumisión desde el momento en que se entabla. Con estímulos especiales: ella es el enemigo y él no lo sabe.

La escena elegida es una de las más bellas de la película: Wong Chia Chi acude a una cita con su amante. El restaurante está lleno de japoneses beodos, los despreciables invasores. El Señor Yee aguarda en un reservado y ella le canta una canción. Él, un colaboracionista, un traidor a su país, es sin embargo, el hombre al que la joven ama y desea entregarse... Someterse voluntariamente al hombre que debes eliminar, por tu patria, debe ser terrible.

Escena del restaurante de Deseo, peligro.

jueves, 6 de mayo de 2010

Una sesión en La pasión de China Blue


Prometí encontrar la escena de sodomización de La pasión de China Blue. En ella, China Blue (Kathleen Turner más bizarre que nunca) se emplea a fondo con un cliente policía. Ken Russell traspasa todas las fronteras del delirio y mezcla dildos negros con La muerte de Ofelia. Violencia exasperante y China Blue desolada al final... ¿dónde está la diversión?

(El audio es nefasto)


sábado, 1 de mayo de 2010

Espectáculo sádico en Las manos de Orlac

Las manos de Orlac de 1935, dirigida por Karl Freund, es una de las adaptaciones al cine de la novela de terror de Maurice Renard sobre el pianista mutilado al que injertan las manos de un asesino, y el horror que conlleva. Asimismo, es una película sobre una obsesión amorosa que deviene en locura, obsesión magistralmente reflejada por el gran Peter Lorre.

La escena que nos interesa está al principio de la cinta. El Doctor Gogol (Peter Lorre) acude a una función teatral para ver a la mujer que ama en secreto. En el Theatre del Horreurs se representa una obra sobre torturas medievales y la actriz (Frances Drake) sufre el tormento de la rueda y el hierro... el público lo pasa bomba, el público pide dolor y crueldad. El Doctor Gogol, escondido tras un palco, se crispa de deseo. La actriz, tan dulce y virginal grita y los espectadores aplauden.
Véanlo a partir del minuto 4:49.