jueves, 11 de febrero de 2010

Interrogatorio en Blade runner

La mítica Blade runner (Ridley Scott, 1982) -y la novela que adapta de Philip K. Dick- presenta al género de los replicantes Nexus 6 como un modelo de androides tan logrados que diferenciarlos de los humanos es casi imposible. Rachel (Sean Young) es, como se descubre tras el interrogatorio al que es sometida, un nuevo modelo de Nexus 6 en fase experimental.

En la escena, Rachel es sometida al Test Voight-Kampff por Deckard (Harrisond Ford): se trata de un test de empatía con el que es posible identificar a un replicante, dado que ellos no poseen desarrollada esta cualidad tan humana. No es una trama D/s lógicamente, pero contiene elementos que, a mi modo de ver, sí son propios de la escena Dominante/sumisa .

Así, la replicante, tratada como un experimento, es cosificada aún siendo tan perfecta que llega a ser casi humana (y ya al final comprobaremos cuánto de humanos tienen los Nexus 6 con las "lágrimas en la lluvia" de Roy). El interrogatorio en si es un juego D/s y esa forma fría e inquisitorial de plantearlo es estimulante. E incluso, rizando el rizo, las maneras elegantes de Rachel, su uniforme de secretaria, su educada petición de permiso para fumar...

lunes, 1 de febrero de 2010

Dominante en La pasión de China Blue

La pasión de China Blue (Ken Russell, 1984) es una película bizarra y sin complejos que tiene detractores y admiradores a partes iguales. No es cine de calidad, ni cine para sensibilidades delicadas, es cine pasadísimo de vueltas que puede hacer pasar un buen rato -u odiarlo eternamente. Narra la doble vida de una señora convencional que por las noches vive sus fantasías de sexo morboso haciendo de prostituta. Como ven, un argumento ya visto, pero el toque desquiciado de Ken Russell es lo que importa.

En la escena, el reverendo (Anthony Perkins) se autocastiga contemplando un peep-show y luego clama sobre el Apocalipsis. Así se encuentra, de nuevo, con China Blue (Kathleen Turner). El breve diálogo que mantienen es genial:

Reverendo: ¿No me reconoces, hija?
China Blue: Lo siento, nunca olvido una cara y menos si me he sentado sobre ella.