martes, 7 de diciembre de 2010

Catalogo de parafilias en Un pez llamado Wanda

Un pez llamado Wanda (Charles Crichton, 1988) es una comedia por la que no pasa el tiempo. Un reparto en estado de gracia, que combina británicos (John Cleese y Michael Palin) y estadounidenses (Kevin Kline y Jamie Lee Curtis, más payasa que nunca) y que hace chistes a su costa. Un guión superlativo, obra y gracia de John Cleese. Humor negro, escatológico, sexual... todo sin aditivos. Yo me sigo riendo a carcajadas. 


Uno de los múltiples momentos divertidos es la escena de sexo entre Otto (Kevin Kline) y Wanda (Jamie Lee). Otto es un animal sexual -el pobre es casi lo único que sabe hacer bien- y sabe desplegar un variado catálogo de parafilias que le ponen a cien: se excita con el olor de sus axilas, con las botas de Wanda y con su olor, con las medias... Pero al que le sacan más partido es al fetichismo por el italiano, que  cuando a Wanda le hablan en italiano...