viernes, 30 de diciembre de 2011

Azotes en Estrellas dichosas

Estrellas dichosas (Lucky star, 1929) es un drama dirigido por Frank Borzage, uno de esos directores del mítico Hollywood de los años 20 y que ya mucha gente olvida. Ahora que los gafapastas redescubren el cine mudo con The Artist, estaría bien revisitar los grandes clásicos, como esta película.


La escena es una de esas azotainas que antes nadie tenía reparos en representar. Tim (Charles Farrell), un empleado de la compañía eléctrica, descubre a  Mary (Janet Gaynor) robando. Ella es white trash, basura blanca que malvive en el campo. Pero el encuentro con Tim le cambiará la vida.


Como verán, él no se anda con bromas. Lo más delicioso, cómo ella se frota, durante un buen rato, el culo dolorido.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Relación D/s en La piel que habito

La piel que habito (2011) es una de las escasas películas en las que Pedro Almodóvar adapta un guión no propio. En este caso, lo hace a partir de la novela Tarántula, de Thierry Jonquet, de la que mantiene las líneas primordiales. Película controvertida, puedes detestarla o puedes adorarla. Yo me quedo en medio, reconozco grandes logros -sobre todo la capacidad de Almodóvar de experimentar y mezclar géneros-  pero también me rechinan muchas cosas - por ejemplo, parte del casting, empezando por Antonio Banderas, que podría haber dado más.


En la escena, el doctor Ledgard (Banderas) no sabe cómo reaccionar ante la declaración de Vera (Elena Anaya). ¿Se está entregando, la chica? ¿Por fin? El doctor -que me esperaba más frío, más siniestro, más malote!!!- ha creado una criatura nueva y perfecta y ahora se encuentra con el resultado: ni su venganza es tan redonda ni sus reacciones tan ... ¿inhumanas?


Lean la novela, amantes del BDSM. Les aseguro que es mucho más D/s, pero muchisimo más que la peli. Comprobarán que Almodovar se la ha cogido con papel de fumar y ha eliminado cosas muy escabrosas, oscuras y molonas.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Los riesgos de modelar a la mujer perfecta en Laura

Laura (Otto Preminger, 1944) no es sólo una de las grandes películas del cine negro, también es una poderosa historia de amor oscuro y turbador. O, esencialmente de dos amores. Por un lado el de Waldo (Clifton Webb), el caballero culto que idolatra a su "creación". Por otro, el de McPherson (Dana Andrews), el detective encargado del caso de asesinato de Laura.


La película es un compendio de fetichisimo y deseos de dominar. El detective McPherson, enamorado de una mujer muerta a la que conoce por un retrato, enamorado de una imagen ideal y misteriosa. Un necrófilo de manual. Y Waldo, empeñado en hacer de Laura una mujer fascinante, única, perfecta. En la escena, el caballero recuerda, en varios flashbacks, cómo quiso hacer de Laura (Gene Tierney) la mujer que no era.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Violación ¿consentida? en Perros de paja

Perros de paja (1971) es una de las películas que hicieron grande a Sam Peckinpah, un intenso análisis sobre la violencia humana que deja a Tarantino y otros directores similares como unas nenazas. Un tipo pacífico (Dustin Hoffman) que, forzado por las circunstancias, se transforma en un hombre de extrema violencia, un planteamiento que, en su día, ocasionó una fuerte polémica.


Como polémica es la escena de la violación de Susan George, en la que ella reacciona de manera muy ambigua. ¿Está disfrutando con el patán que le pega y la agrede? En ciertos momentos parece que sí, y mucho.


Gracias a Marlowe por sugerir esta escena (ya vi la peli).


domingo, 11 de diciembre de 2011

Canción con toques D/s en Cabaret

De Cabaret (Bob Fosse, 1972) no me atrevo a decir gran cosa porque una película tan mítica a mi me deja sin palabras. Bob Fosse en estado puro, puedes ver una y otra vez los números musicales que jamás te llegarán a cansar (si eres un fan empedernido del cine musical, como yo).

Repasándola un poco pensé que los toques fetish son muy abundantes en la película, principalmente en todo lo que acontece en el Kit Kat Club y empezando por el maestro de ceremonias (Joel Grey). Luego me he parado en el tema Mein Herr y upsss. En la canción que interpreta Liza Minelli, una chica se despide de su amante con frases como ésta:

You have to understand the way I am, mein Herr
A tiger is a tiger, not a lamb, mein Herr
You'll never turn the vinegar to jam, mein Herr
So I do what I do
When I'm through, then I'm through.
And I'm through.

Que viene a decir: Debes entender cómo soy, mi Señor, que un tigre es un tigre y no un cordero, mi Señor. Que nunca convertirás el vinagre en mermelada, mi Señor. Y por tanto haré lo que tengo que hacer. Cuando me despido, me despido. Y me despido. 

Así, con un par. Yo no se ustedes, pero yo el punto D/s se lo veo a leguas. 






lunes, 5 de diciembre de 2011

Azotes (con un plus de humillación) en El gran McLintock

El gran McLintock (Andrew V. McLaglen, 1963) es un western que quiso aprovechar la química que derrocharon  John Wayne y Maureen O´Hara en El hombre tranquilo. Es un western menor que yo no recuerdo haber visto y que gracias a gata{ADC} traemos aquí. 

La escena que se inserta es fabulosa: Mr McLintock (John Wayne) persigue a su mujer, que por lo visto es una desobediente y una rebelde. La persigue por todo el pueblo entre las risas del vecindario.  La pobre Mrs McLintock (Maureen O´Hara) se cae, se rompe las enaguas, se moja, la lía parda pero no desfallece, hasta que el marido la pilla y le da una buena tunda con una paleta de chimenea. 


Como pueden imaginar, una escena así hace rasgarse las vestiduras a mucha gente hoy día. Ni pensar una peli actual en la que ocurran esas cosas y encima con tono de comedia. Cuánto daño, la corrección política. 


viernes, 2 de diciembre de 2011

Dominación y fetichismo en Perdición

Perdición (Double Indemnity, 1944) es una de las películas que hacen de Billy Wilder un Dios -como decía Trueba-. Genial cinta de cine negro, con un ritmo narrativo lleno de tensión, narra la historia sórdida de un vendedor de seguros y una femme fatale que conspiran en un asesinato.


La escena que comentamos pertenece casi al principio y en ella se presentan los cauces por donde va a discurrir el drama. Walter (Fred MacMurray) va a casa de Phyllis (Barbara Stanwyck) para hacer una gestiones en su seguro. Ella aparece en la planta superior, él la conoce al pie de la escalera. De esta manera ya vamos percibiendo detalles: ella es la que manda, manipula y dirige. Pero observen el momento en el que baja: ella luce una pulsera en el tobillo. Luego, Walter va a repetir un par de veces la excitación que le ha producido esa pulsera. Un fetiche sexual y un símbolo de la unión que les va a condenar para siempre.