La primera versión de la novela de James M. Cain fue dirigida por Tay Garnett en 1946. En ella, los personajes centrales son John Garfield como Frank y Lana Turner en el papel de Cora. La historia es una obra maestra del género negro: un tipo que vagabundea en los años de la Gran Depresión encuentra trabajo en una gasolinera. Allí seduce -¿o es seducido?- por la esposa del dueño, una mujer aburrida con ganas de salir de aquel tugurio.
Casi al principio de la película sucede la siguiente escena, un ejemplo de que en el cine a menudo lo simple contiene la mayor de las genialidades. Un pintalabios rueda por el suelo del café, llega a los pies de Frank, aparecen las sandalias de Cora... Se miran y se tantean, él o ella, uno de los dos tiene que ceder.
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