Joshua Logan filmó una de la películas menos conocidas de Marilyn Monroe, Bus stop, en 1956. Comedia romántica que saca jugo al arquetipo de rubia dócil e ingenua, aquí, Marilyn es Cherie, una cantante de medio pelo que sueña con triunfar en Hollywood. Mientras llega la ocasión, canta en un garito de Phoenix con más pena que gloria. Su salvador -aunque no es lo que ella esperaba- es Bo (Don Murray) un vaquero que va a participar en el rodeo.
Clara inspiración de Átame (Pedro Almodóvar, 1989), la historia aún siendo bastante almibarada tiene su punto D/s. El vaquero Bo, bruto como él sólo, se empeña en casarse con Cherie. Para ello no tendrá reparos en cazarla a lazo y someterla a una táctica de acoso y derribo, como si fuera una becerra del rodeo.
Por tanto, sólo por disfrutar de una cacería sin giliflautadas, como Dios manda -y por supuesto, disfrutar de la preciosa Marilyn- merece la pena.
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