Una comedia donde brilla, como siempre hizo, Lola Flores y donde otro grande, Fernando Fernán Gómez, compone uno de esos personajes zangolotinos que fueron su especialidad en sus primeros años como actor. Comedia de amores y brujería muy blanca, sin pizca de D/s pero...
En la siguiente escena Trinidad (Lola Flores) declara su amor por el poderoso don Enrique. Ella es de clase inferior, gitana y con antecedentes de ladrona (de jamones). Lo tiene muy mal, lo tiene todo perdido. En una fiesta de payos ricos, ella le canta a su hombre. Y dice cosas como ésta:
Llévame por calles de hiel y amargura,
ponme ligauras y hasta escúpeme
y échame en los ojos un puñao de arena,
mátame de pena, pero quiéreme
ponme ligauras y hasta escúpeme
y échame en los ojos un puñao de arena,
mátame de pena, pero quiéreme
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