La magnífica Martín (Hache) (Adolfo Aristarain, 1997) es un intenso muestrario de pasiones, comportamientos desnudos, deseos, conversaciones hasta el alba para descubrir la propia intimidad. Miedo a amar, miedo a no amar. Una película honesta y sabia con formidable reparto.
En la escena, Hache (Juan Diego Botto), Alicia (Cecilia Roth) y Dante (Eusebio Poncela) están en la hora ligera del amanecer. Han pasado la noche en vela, han intimado, están resacosos. Alicia acaba de terminar con Martín (Federico Luppi) y se van de Almería. Se confiesa una mujer libre. Dante advierte a Hache: Ninguna mujer tiene dueño.
Ninguna mujer tiene dueño, aunque entre nosotras no lo parezca. Es la voluntad de someterse la que existe, pero nuestra identidad, nuestra esencia como mujeres no pertenece a nadie. Es asi como lo siento y así es cómo tiene, para mi, valor la D/s.
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3 comentarios:
Siempre me ha encantado esa frase. Desde que la escuché por primera vez en la película se me quedó clavada. Esta y la de "Yo me follo los cerebros!" (o las mentes, no recuerdo exactamente) también de Dante un par de joyas.
Son dos frases magníficas, si. La segunda es concretamente: "Yo hago el amor con las mentes, hay que follarse a las mentes". Por cierto, creo que me viene bien para otra entrada!!!!
Besos Robe y gracias por pasarte.
Ten por seguro que aunque no comente soy un fiel seguidor. Besos!
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