American Pie (Paul Weitz, 1999) es una comedia del género "adolescentes de instituto salidos", gamberra y bastante tosca. El argumento es el de toda la vida: los chavalitos que quieren perder la virginidad antes de acabar el instituto. La fiesta de graduación típica de los yanquis. Los valores familiares. La popularidad. Pero a pesar de lo predecible del guión, la película cuenta con algunos personajes extraordinariamente frescos, un magnífico ritmo y momentos realmente divertidos (para paladares poco exquisitos).
La escena D/s es muy breve y está al final de la película. Se produce entre Jim (Jason Biggs) y Michelle (Alyson Hannigan), cuando lo que parecía iba a ser un desvirgamiento poco prometedor para Jim, acaba siendo una verdadera iniciación a la sumisión. Me han usado, dice Jim al despertar. Y lo repite tan contento que resulta casi una declaración de principios.
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