Historias de Filadelfia (George Cukor, 1940) es una comedia sofisticada y de enredos con tres de los mejores intérpretes de la edad de oro de Hollywood: Cary Grant, James Stewart y Katherine Hepburn. La narración se situa en el día previo a la segunda boda de Tracy (Hepburn), niña mimada de la alta sociedad de Filadelfia. Su primer marido, C.K. Dexter Haven (Grant) invita de forma maquiavélica, a dos periodistas para que cubran el evento.
Una de las más bellas escenas presenta al periodista Connor (James Stewart) deslumbrado por Tracy. Consciente de su inferioridad social, de su imposibilidad de acceder a una mujer que se presenta al mundo como una Diosa, Connor se muestra con absoluta naturalidad. Y es él quien deslumbra a Tracy. Ella, siempre altanera, frívola y despegada del resto de los mortales, ve cómo el periodista puede estar a sus pies si así lo quisiera... Y no lo hace. Le tiene a su merced y la mirada de él está llena de devoción. Podrían ser la pareja perfecta.
Pero estamos en los 40 y no hay lugar para la sumisión masculina sin prejuicios ni para las mujeres que desean ser Diosas, sin que se las tache de arpías. El final de la película es el final de la Diosa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario