En El hijo del Caíd (George Fitzmaurice, 1926), asistimos a una de las escenas emblemáticas de la Dominación masculina en cine. Cine mudo, gestual, absoluta y maravillosamente expresivo.
En la escena, Ahmed (Rodolfo Valentino) ha raptado a la bella bailarina Yasmin (Vilma Banky) . Como buen hijo de Sheik y Jefe de tribu -al menos, según el imaginario del espectador de los años 20-, Ahmed se muestra ante la joven como un hombre cruel, portador de la Justicia implacable. Desea a la mujer y la toma, porque es así como debe ser.
Muy polémica en su tiempo, pero a la vez, una escena que cautivó a cientos de mujeres y contribuyó a encumbrar a Rodolfo Valentino como el mito varonil con que es recordado.
jueves, 12 de febrero de 2009
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4 comentarios:
Estupenda.
Sí que lo es, Morgana. Gracias por aparecer.
Quizás debería comentar más las secuencias. Siempre acabo haciéndolo con Sr. y aquí no queda constancia de mi visita. Mis disculpas.
Señorita Vatori, usted puede comentar lo que desee, ya se que me visita y eso me honra. Y si además comenta las películas con Sr, mucho más. Es un placer para mi compartir las películas que me gustan con ustedes.
No se disculpe, por favor. Le agradezco mucho su visita. Un cordial saludo.
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