En Lunas de hiel (Roman Polanski, 1992) se narra la historia de un desafortunado cambio de rol. Sumisa que pasa a Dominante, Dominante que pasa a sumiso, con no muy buenas consecuencias.
Mimi (Emmanuelle Seigner) baila para Óscar (Peter Coyote). La escena es perfecta, nada de bobadas. Mimi es recia y sensual. Nada de florituras. Baila para Óscar, usa su melena como arma de seducción y deja que se le salga el pecho del vestido con pasmosa naturalidad. Una escena soberbia.
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