En la primera parte de El retorno del Jedi (Richard Marquand, 1983) están las celebradas escenas que transcurren en el palacio de Jabba the Hutt. Allí, en su corte depravada, el reyezuelo disfruta de todo tipo de placeres, especialmente los que les proporcionan sus esclavas. Y allí llegan también Leia, Luke y toda la pandilla, para rescatar a Han Solo, que congelado en carbonita, es el principal ornamento del palacio.
En el montaje de escenas que se inserta, la desgraciada esclava Oola sufre el castigo de Jabba. Ha bailado tan bien que le ha despertado el apetito sexual, pero Oola no está hoy por la labor y acaba entre las fauces del Rancor. No hay problema, Jabba encuentra sustituta en Leia.
La imagen de Leia vestida con el bikini dorado y con el collar al cuello es imborrable. El contraste entre ella y el repugnante Jabba, regocijante. Y la muerte de Jabba, ahorcado con la cadena de la esclava, mítica.
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2 comentarios:
No me hables de esa peli porfa plis que encima convivo con un friki starwasero que se ha visto todas y cada de las pelis de la guerra cientos de veces y que tiene todos los comics, libros, juegos, y juguetes de la guerra, y cuando digo todos es que son todos. Lo unico que le falta son unos calzoncillos con dart wader en la bragueta o unos calcetines con ewock. Y cuando le da es capaz de torturarte hablando como Yoda diciendo cosas como "¿caliente tu estas?¡El poder de la fuerza vas a probar!"
Pues bien cuando llega a esa escena cuando sale leia con collar es que literalmente levita
Jajajaaj, hombres... E. también es starwasero de honor y sabe cosas rarísimas, todos los nombres de todos los personajes incluido el tipo raro de la izquierda que sale solo dos segundos.
En fin, que Han Solo se lo de y George Lucas se lo bendiga.
Besos.
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