La película musical Dirty Dancing (Emile Ardolino, 1987) es un hito de los ochenta. Con una argumento simple hasta decir basta y diálogos de lo más tontorrón, está sin embargo, para mi, llena de encanto. Realizada en tiempos malos para el musical, esta película contiene memorables escenas de baile, un repertorio maravilloso de canciones de los 50 y qué demonios, a muchos nos ha dejado imágenes imborrables. Un hito, vaya.
La escena, casi del principio, presenta a la jovencita Baby (Jennifer Grey) naciendo para la vida y el pecado. En la zona de los trabajadores del lujoso hotel donde se aloja hay fiesta, bailes sudorosos, huele a sexo. Baby es un inocente corderillo hasta que llega Él, Johhny (Patrick Swayze), y comienza a bailar. Es el Amo, el Dios del baile.
(Sirva este post como homenaje al bendito Patrick Swayze)
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6 comentarios:
Pues a mi Patrick me enamoró en "Le llaman Bodhy".... que guapetón que estaba!
Besisssssssss ;)
Bueeeeno, en "Le llaman Bodhy", haciendo de chico malo estaba genial, con ese pelo rubio estropajosillo de surfero... es mítico.
Besotes, kaya!!!!!
ainsssss como actor, el pobre Patrick era malo de cojones... pero amigas bailando era un dios
Cierto, no era un gran actor pero tenía estilo. Y menudo cuerpo!!!!!!
Besos (y disculpa la tardanza en publicar tu comentario)
mmmmm, pues es que a mi no me gustaba mucho, ahora si reconozco que bailar era todo un arte para el, y en Le llamaban bodhi, pues me quedo con el angelical e infantil Keanu Reeves ejem ejem, unas cuerdas, un antifaz, y que me lo dejen para mi solita. jajajjaja
besosssss
Ay Maiko ... el dulce Keanu es un pimpollo, un pastelito, con esos ojillos achinados. Te alabo el gusto, reina mora.
Besotes.
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