Incluso en películas tan blancas como Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen, 1952) se pueden encontrar toques D/s verdaderamente deliciosos (eso, o que estoy obsesionada y veo donde no hay, y si ese es el caso, espero sean benévolos conmigo). La historia es conocida: un título grandioso de la época dorada del musical, una historia de cine dentro del cine, que cuenta el final de las películas mudas, coreografías magistrales de Gene Kelly y la sensación de que podrías estar viendo esa peli por los siglos de los siglos y nunca te cansarías de ella.
La escena es un sueño de Don (Gene Kelly). Baila en solitario hasta que se topa con un zapato, un pie, una fabulosa pierna que acaba en el tremendo cuerpo de la Bailarina (Cyd Charisse).Él atrapa su sombrero del pie de ella y ella comienza a dirigir los pasos de baile. Se desarrolla entonces una danza de poder entre ambos: ella le guía, luego le guía él, es una coreografía maravillosa y llena de simbolismo.
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2 comentarios:
No ves actos donde no los hay, discrepo enormemente contigo, siempre en muchas actos hay la eterna escena de un D/s, que por cierto a mi me maravilla.
Un besito cariñoso pequeña seibra
Me encanta que discrepes de esa forma conmigo, mi querida Maiko. Y es que aunque el mundo no lo quiera reconocer, la D/s está en nuestras vidas, ay (suspiro).
Besos dulces para ti.
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