La adaptación de la conocida novela de Umberto Eco fue dirigida por Jean-Jacques Annaud (1986) y es una magnífica recreación del mundo monástico de la Europa del XIV. Asimismo, narra una historia de intriga detectivesca y ha dado al cine un personaje de enorme carisma: Fray Guillermo de Baskerville en la piel de Sean Connery.
La escena es una especie de oasis entre las paredes del monasterio, donde han ocurrido macabros acontecimientos. El joven novicio Adso de Melk (Christian Slater) se encuentra con una muchacha (Valentina Vargas) en las cocinas del monasterio. No se conocen, ella ha entrado a buscar comida porque es pobre y él ha hecho lo mismo porque es un jovenzuelo en edad de crecer.
Un encuentro clandestino en el que él descubre los placeres del cuerpo. Un jovenzuelo en edad de descubrir: asistimos a una silenciosa escena en la que Adso es utilizado por la muchacha, manoseado y revolcado. Un jovencísimo hombre objeto que celebra por primera -y única - vez la reverencia al cuerpo femenino. Tan temible como un ejército dispuesto para el combate.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario