martes, 25 de enero de 2011

Y ahora sumiso, en Malas influencias

Malas influencias (1990) es una pelicula del usualmente interesante Curtis Hanson, un director que, sin ser un genio, cuando se pone retorcido lo hace bastante bien (La mano que mece la cuna).


El punto fuerte de la película son los dos protagonistas. Por un lado, James Spader -sobran las palabras-  y por el otro,  Rob Lowe. Para las que coleccionábamos el SuperPop,  Rob Lowe era un chico cañón en los 80 que cayó en desgracia por hacerse unas fotos que no debía. Curtis Hanson lo sacó del ostracismo y le dio un jugoso papel de ángel perverso. 


En Malas infuencias, James Spader es Michael, un joven ejecutivo de vida aburrida y calculada al milímetro al que una noche salvan en una bronca de bar. Su salvador, Alex (Rob Lowe) le introducirá en una nueva visión de los placeres: lo típico, mucho sexo, drogas y toda la pesca... y la casi segura convicción de que cualquier cosa es posible.


Nuestro James Spader, tan tiernecito aquí, muta en chico sumiso y complaciente ante el carismático Alex, un tipo que sabe mover los hilos y llevarse el gato al agua, como en esta escena del principio.

1 comentario:

minerva dijo...

Me lo comía a bocaditos pequeños para que durara mas ;).

Un beso.