sábado, 4 de febrero de 2012

Entrega en Vive y deja morir

Vive y deja morir (Live and let die, Guy Hamilton, 1973) es la primera película de Roger Moore como James Bond y el inicio de una caída en picado hacia argumentos y personajes cada vez más delirantes. Malos que dan risa, tramas rocambolescas y un James Bond que ya es casi una parodia. 


No me puedo resistir a dedicar este post a una de las chicas Bond más chachis de toda la saga, Jane Seymour. Aquí es nada menos que una echadora de cartas que siempre acierta, con un nombre maravilloso: Solitaire. Se supone que si pierde la virginidad, pierde también el poder de adivinar el futuro y el pícaro de Bond, que está a la que salta, no desaprovecha un bocado tan exquisito (y haciendo trampa, el muy pillo). Ella, se rinde, toda sumisa,  pierde todos sus poderes y hasta casi la mata el malo. No me digan que eso no es entrega, y de la buena. 
 

 

2 comentarios:

May Mercurio dijo...

Sí,sí, que es entrega y absoluta..saludos :)

Mar dijo...

Y que Jane Seymour lo hace fácil, con esa carilla de cordero degollado. Dan ganas de acunarla.

Saludos.