viernes, 4 de febrero de 2011
Exhibicionismo (en todos los sentidos) de El último tango en París
Hoy toca hablar de El último tango en París porque ha fallecido María Schneider, la actriz devorada por el símbolo, tan joven -sólo 19 años cuando rodó la película- y capaz de plantar cara al mito entre los mitos, Marlon Brando. Hay quien afirma que es una película que no ha resistido el paso del tiempo. Quizás haya momentos lentos y algo casinos, pero escenas como la que ofrecemos a continuación son magistrales, geniales. Jamás envejecerán.
El tango final es el final de la pareja, un tango deconstruido y absurdo. Simboliza a los amantes cansados, que han agotado ya todo el caudal de sexo que parecía imparable al principio. Ahora se exhiben sin pudor, el muestra su culo, ambos su patetismo, se abrazan con pocas ganas y se ríen de su público. El es un fracasado. Ella, una burguesita que juega a provocar. ¿Que no ha resistido el paso del tiempo? Ja.
(Otras entradas de Cine y BDSM sobre El último tango en París: Aquí, aquí y aquí )
Escena del tango
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1 comentario:
¿no murió esta este año?
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