El hombre que se quiso matar (Rafael Gil, 1970) contiene una de las mejores interpretaciones de Tony Leblanc, aquí protagonista absoluto de la historia: un tipo que se quiere suicidar y nunca lo consigue, situaciones llenas de ese humor surrealista tan de los años 70.
Como verán la escena la meto en el blog un poco forzada, porque de BDSM no tiene nada pero quería hacerle un pequeño homenaje a Tony Leblanc, porque sus películas siempre me hicieron reír, porque el cine español y de risa está muy desprestigiado y me parece muy mal dado que hacer reír es para mi una de las tareas más nobles que pueden hacerse. Porque era un buen actor y trabajó con grandes y buenos actores -aquí con el estupendo José Orjas-.
Tony Leblanc bordaba los papeles de tío listo y de tío tonto -pero no tan tonto- y también, como se puede comprobar en El hombre que se quiso matar, logró hacer un fantástico personaje sumiso, humillado y servil, que viene a ser una genial crítica de la sociedad de la época. Incluso de esta época.
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1 comentario:
Oohh...pobre cabrita :( .Espero que también te guste mi blog:http://virgueriasilustradas.blogspot.com
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