Tierra de Faraones (1955) es una extraordinaria película de Howard Hawks ambientada en el Antiguo Egipto que tiene todo lo que una superproducción de la época debía tener: épica a raudales, escenarios grandiosos, una historia llena de emoción, personajes bigger than life... especialmente una Joan Collins desbordante como princesa de Chipre dispuesta a seducir al Faraón Keops (Jack Hawkins).
En la escena, la princesa Nellifer se presenta ante el Faraón y se ofrece a cambio de los tributos que el monarca pretende cobrar al pueblo de Chipre. Como verán, el momento azotes es breve y te deja con ganas de más, pero el antes y el después merecen la pena. Y además, me apetecía mucho traer aquí una de mis películas preferidas ( con uno de los finales más implacables y crueles de la Historia del Cine).
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2 comentarios:
Te leo al regreso de mis vacaciones. Besitos
Esas bofetadas faraónicas me gustan más que la escena de latigazos, también es que no dura nada, como ya avisas..
Qué modelitos nos llevan todos,¿eh? los esclavos/as vamos, no digo nada..y todo ese ambiente, la copa dorada,ect.. aiss
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