martes, 24 de febrero de 2009

Un striptease en Uno, dos, tres

La tremenda, apabullante y genial Uno, dos, tres (Billy Wilder, 1961) es una cómica historia sobre americanos en el Berlín Oeste, en los años de Jrushchov. C.R. MacNamara (James Cagney) tiene el grandioso plan de introducir la Cocacola en la URSS y pretende utilizar todos los medios a su alcance para ello.

Usar, por ejemplo, a su secretaria Ingebold (Liselotte Pulver) como moneda de cambio. Los tres camaradas soviéticos sudan a chorreones mientras asisten al espectaculo que ofrece la rubia capitalista. De absoluta incorrección, en los tiempos que corren (pero es que Wilder era grande). La secretaria a cambio de dólares.

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